Una Navidad para todos

"Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado... Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz..."

Con estas palabras del profeta Isaías se abre la liturgia de Navidad que celebraremos cargados de sentimientos diversísimos dentro de algunas semanas... para ir preparando el corazón para ese acontecimiento que parece haber dividido la historia de la humanidad en dos parte, Abraham nos regala un villancico impresionantemente bello...
De tal manera se conmovió la historia por el Nacimiento de Jesús, cargado de silencio y sencilléz en aquella gruta de Belén, que desde hace poco más de 2000 años millones de personas recordamos ese evento de una manera del todo particular...
"Una Navidad para todos" lleva por título el villancico que interpreta Abraham este año... ¡y qué bien expresan sus deseos estas palabras!... Podríamos comentar verso por verso el mensaje que transmite este villancico... pero nos haríamos extremadamente largos y no es esa la intención... Aunque no podemos renunciar a subrayar al menos algunas ideas... pero antes los invitamos a escuchar la interpretación de Abraham...

Cenas lindas en familia, llenas de llantos y risas... La Navidad, según san Francisco de Asís, es la Fiesta de las Fiestas... es la Fiesta que a los cristianos nos posibilita el resto de las fiestas y celebraciones... y toca el corazón de la familia, el corazón de cada uno de nosotros... los sentimientos afloran con una fuerza inaudita... todo parece posible, la alegría por estar juntos se abrazo con la tristeza por las ausencias... Todos los opuestos parecen darse cita ese día e intentan reconciliarse en el pesebre, donde Dios se hace hombre, donde lo divino asume y transforma lo humano, donde lo inmenso se hace pequeño y lo fuerte se hace frágil... donde el Todo poderoso se hace todo vulnerable, enseñándonos a amar sin reservas, sin defensas... Desde allí todo parece posible... y casi sin saber por qué nos saludamos llenos de emoción... algo importante sucede ese día, aunque no sepamos darle nombre...
Esa Navidad, esa Fiesta -con Mayúscula- no es celebrada por todos de la misma manera, porque la pobreza y las desigualdades lamentablemente todavía siguen azotando nuestro mundo, por eso Abraham canta: ...De la Navidad que no a todo el mundo llega... como quisiera, como quisiera... y entonces se golpea el pecho como buscando abrir las puertas de su centro más profundo y que desde allí broten con fuerza sus sentimientos más nobles y puedan hacer "posible" la navidad para todos... una Navidad igualitaria para Oriente como para Occidente... una Navidad cargada de Paz...
¡GRACIAS ABRAHAM!... gracias por este regalo... gracias por esta invitación... gracias por convencernos con cada una de tus interpretaciones, pero especialmente con esta, que un mundo mejor es posible si hacemos de nuestros corazones la habitación de los mejores sentimientos... gracias por recordarnos que el AMOR es la única fuerza capaz de transformar el mundo... de vencer todos los males... Dios te bendiga...