Algo así como un anticipo...

...Mientras escuchaba los aplausos y los gritos de la gente cuando sube Abraham al escenario, me decía "¡Dios mío! ¡lo que será cuando este niño lleve algunos conciertos encima!... desde los primeros segundos impacta su profesionalidad... apenas comienza a sonar la música, él parece estar más allá de todo para poder darlo todo y del mejor modo... como evitando que el apropiarse de tanto reconocimiento le robe la posibilidad de disfrutar "la experiencia mágica" de la música... y que ese público se quede sólo con un "buen espectáculo", pudiendo también él dejarse transportar por la belleza... La música va entrando en Abraham, toca sus fibras más hondas y desde afuera se hace movimiento...

Es evidente cuanto él mismo dice: Cuando estoy arriba de un escenario me olvido de quien soy realmente y en ese momento me convierto instantáneamente en el tema de la canción que interpreto, entonces, dependiendo de la letra me siento herido, o amado o engañado...

...Sigue sorprendiendo en Abraham su humildad, su prematura maduréz... agradece, por supuesto, todo el reconocimiento del público, pero inmediatamente dirige la atención de la gente a Yasmina, la verdadera homenajeada de ese día... Su capacidad natural de estar constantemente "sacándose del centro", en un ambiente donde el "estrellato" y su inmensurable capacidad artística, su riqueza carismática, su don de gentes parecería pornerlo -con justicia- en el centro... esto lo hace verdaderamente grande... Entonces uno se anima a esperar con nueva esperanza, porque ese don lo hace y lo hará capaz de encarnar no sólo su propio sueño, sino el sueño de muchos...
Decía Martin Luther King: Yo he soñado que los hombres, un día, se levantarán y comprenderán de una vez que han sido hechos para vivir juntos como hermanos... Estos sueños que parecen tan grandes, son los sueños que se hacen realidad con la participación de todos, y como dice un curita argentino -Eduardo Meana-: y cuando el que sueña sabe que son de Dios esos sueños, puede tardar una vida, nada podrá detenerlo... El sueño de Luther King puede llevarnos la vida, pero con corazones como los de Abraham y Tony, sabemos que no se trata de una "ilusión", nada de eso, es una posibilidad al alcance de todos, porque es una de las necesidades más hondas de la humanidad... No caben dudas que ellos, por medio del arte, son multiplicadores de los sentimientos más nobles del ser humano... Por eso nos hace bien verlos y escucharlos...
Acá les dejamos también la participación de Tony en esa misma gala... Otro ¡grande! sin ninguna duda... Cuando se ve y se escucha a estos hermanos, es inevitable pensar ¡lo que será esa casa!... Por el testimonio de Susana, su mamá, sabemos que no es posible "acostumbrarse" a tanto don... hay lugar sólo para la admiración y el agradecimiento... Valga también para él todo lo dicho de Abraham...

Aquí quedamos entonces... hasta la próxima cita... Dios dirá cuando...