… Hace unos días, más precisamente el domingo 6 de Julio –hoy
hace menos de una semana–, nos encontramos con un puñado de Abrahamers en el
planetario… El día estaba muy frío y con una llovizna muy molesta… Quedé
tremendamente sorprendido al escuchar que las nenas y adolescentes que se
acercaron al encuentro venían de lugares para nada cercanos (Luján, La Plata,
Berazategui, etc), acompañadas de sus madres… Me acerqué a algunas de ellas
para conversar un rato, y noté la disponibilidad con la que acompañaban a sus
hijas. Reconozco que la sorpresa me dejó impactado… pero al pensar en Abraham,
el adolescente que sus hijas o hijos siguen, me di cuenta que la actitud de
estas madres es el reflejo de la actitud que Susana –la mamá de Abraham– tiene
con su hijo, lo acompaña inseparablemente a todos lados, jamás lo deja solo y a
pesar que su hijo tiene solamente 15 años, ya llevan encima miles y miles de
kilómetros recorridos…
Claro, algunas de ustedes podrán decir: “¡Qué vivo! Su hijo
es artista y ella lo acompaña en una flor de carrera que seguramente le traerá
buen rédito económico… Etc.”, pero yo puedo asegurarles, que Susana sigue
acompañando a su hijo hoy, como lo viene haciendo desde el día que nació…
Durante años le tocó acompañar a su hijo a casting, o Shows de cantantes que le
gustaban…
Sé muy bien que no son tiempos fáciles y que el trabajo
muchas veces ocupa en nuestras vidas mucho más tiempo del que quisiéramos, pero
lo necesitamos… Sé muy bien que acompañar a mi hija o hijo adolescente a
recibir a su ídolo a un aeropuerto, o a que le pueda dar un abrazo y robarle
una foto parece un lujo que no nos podemos dar… Pero sé también que este tipo
de experiencias hoy están a nuestro alcance, sin mayor esfuerzo económico y que
les aseguro será algo que no solamente disfrutarán sus hijos, sino que también
ustedes al ver la alegría y la fuerza que despierta un niño de 15 años, muy
inocente, humilde y simpático…
Les aseguro que de Abraham sus hijas e hijos no aprenderán
nada malo, al contrario, si lo escuchan bien, más allá de sus canciones,
encontrarán un mundo de valores que desearían profundamente que sus hijos e
hijas tuviesen…
Por esto en primer lugar les agradezco la presencia cercana
a sus hijos y a la vez les pido que no dejen de acompañarlos para que el sueño
de abrazar a quien creen inalcanzable deje de ser un sueño y pase a ser una
realidad que ustedes, como los primeros responsables de la educación y
felicidad de sus hijos, han hecho posible…
Gracias…