Y la poesía se hizo vida...

...Por lo general nos suena más familiar la idea que "la vida busca la palabra poética para expresarse", sin embargo lo que se me está regalando durante estos días en cada encuentro con Tony y Abraham, y con sus papás Antonio y Susana, parece lo contrario... es como que la poesía, lo nunca decible, toma cuerpo y se hace palpable, experimentable... Siempre he sido bastante antento y cuidadoso con los detalles que observaba en las interpretaciones de Tony y Abraham... reoconozco que me ha surgido casi espontánemente, no he necesitado ningún esfuerzo... y en ese modo de mirar sus videos me parecía "ver" mucha transparencia... Ahora lo puedo ratificar, lo puedo asegurar sin temor a equivocarme: "Estos niños son una bendición"... Una "bendición" en su sentido más fuerte, es decir, son palabra benéfica que sale de los labios de Dios... En cada encuentro que vamos teniendo hay mucho más que texto, música y gestos para contemplar... "Todo" se vuelve lenguaje, no sólo la palabra, sino también -y sobre todo- los gestos, las sonrisas, las miradas, los abrazos -múltiples y variados-, las carcajadas que brotan con espontaneidad y la risa nerviosa por alguna situación un tanto incómoda... "Todo" habla... "todo" revela, o simplemente manifiesta lo que de varias maneras se intuía...

Desde la cercanía se puede comprender muy claramente la razón, el por qué, de este aire tan familiar que se respira en cuantos nos hemos vinculado por medio de Abraham y Tony... Basta un instante al lado de ellos para sentirse casi inmediatamente en familia... y este sentimiento hasta se "verbaliza", es decir, se hace palabra, algo así como que se impone la necesidad de que esta experiencia quede totalmente clara, tanto en los gestos como en las palabras...
Más se comparte y más se desea estar juntos... Recuerdo haber leído en distintas oportunidades una frase que intenta expresar la experiencia espiritual de la insaciabilidad, dice así: "Más se bebe y más sed se tiene"... pero no es una sed salada, como la sed que se podría experimentar al beber agua de mar... todo lo contrario, esta es una sed dulce, serena... donde no hay lugar para la desesperación, porque hay demasiadas certezas... Es que cuando uno se encuentra con personas de este talante se disfruta tanto que la fuerza del afecto parece empujarnos a retener el "instante" y cuando descubrimos que eso es imposible, al menos quisiéramos tener la posibilidad de repetirlo hasta el infinito... Esto es lo que experimento cuando me encuentro con la familia Mateo-Chamorro...
Todo parece como demasiado bueno, y no es que falten matices radicalmente humanos, límites, fragilidades... pero quedan ampliamente superados por las virtudes y los valores que posibilitan las relaciones entre estos hermanos, entre los padres, entre todos...
Recuerdo haber callado más de una vez algunas cositas que me iba enterando de los Mateo-Chamorro por los diálogos que tenía con Tony, Abraham o Susana, buscando respetar la intimidad necesaria a cualquier familia... igualmente en esta circunstancia siento el deber de conservar en mi corazón muchos detalles tan íntimos, tan cargados de normalidad... que personalmente me hacían reir mucho aunque tuviese que disimularlo como para que ellos mismos no se sintiesen "demasiado conocidos"... pero baste para quienes me conocen -y con quienes no tengamos el gusto, tendrán que hacer un acto de confianza-, que puedo dar fe que se trata de una familia normalmente maravillosa... simple, sencilla, fuerte en los vínculos, permeable a los valores... una familia con sabor a lo verdadero, a lo sólidamente tierno...
En fin... en estos días que estamos compartiendo no caben dudas que la poesía se hizo vida... Dios los bendiga y muy feliz Pascua de Resurrección para todos...