Un amigo fiel es un refugio seguro;
el que lo halla ha encontrado un tesoro.
¿Qué no daría uno por un amigo fiel?
¡No tiene precio!
Un amigo fiel es como un remedio que te salva;
los que aman al Señor lo hallarán.
El que ama al Señor encontrará al amigo verdadero,
pues así como es él, así será su amigo...
[Eclesiástico 6,14-17]
el que lo halla ha encontrado un tesoro.
¿Qué no daría uno por un amigo fiel?
¡No tiene precio!
Un amigo fiel es como un remedio que te salva;
los que aman al Señor lo hallarán.
El que ama al Señor encontrará al amigo verdadero,
pues así como es él, así será su amigo...
[Eclesiástico 6,14-17]
¿Qué más podemos decir de los amigos sin que la palabra vuelva a parecernos mezquina?... Da la impresión que de las cosas grandes... de aquello que nos supera por todos lados, sólo puede hablar Dios y el arte... Por eso quise abrir esta entrada con la Palabra de Dios y dejaremos la última palabra al arte de Abraham y de los poetas...
Un gran custodio de la sacralidad de la palabra, Alberto Cortés, viene cantando a los amigos desde hace años:"A mis amigos les adeudo la ternura, y las palabras de aliento y el abrazo; el compartir con ellos la factura que nos presenta la vida paso a paso... A mis amigos les adeudo la paciencia, de tolerarme las espinas más agudas; los arrebatos del humor, la negligencia, las vanidades, los temores y las dudas..." y sigue cantando a corazón desbocado... como sabiendo que solamente así, dándole alas y voz al corazón, es posible hablar con justicia de esos "hermanos" que vamos eligiendo en la vida para recorrer todos los caminos... disfrutandolos como vengan... llanos o montañosos... suaves, como el césped más fino, o áridos y duros como la piedra... con los amigos es más fácil experimentar que "todos los caminos son buenos"...
En la fiesta de la vida no faltan ocasiones para discutir hasta con los amigos, y como los poetas tienen la magia de convertir "los cardos en rosas", Cortés sigue cantando: "A mis amigos les adeudo algún enfado, que perturbara sin querer nuestra armonía; sabemos todos que no puede ser pecado, el discutir alguna vez por tonterías... "... Es que las palabras "encontradas" entre amigos son un signo más del afecto y la confianza que los une... ese "resto" que hace posible celebrar con fuerza renovada cada encuentro...
No caben dudas que Abraham tendrá la dicha de contar con grandes y verdaderos amigos en su vida... porque siembra sin mezquinar, y entrega sin reserva... es que todo en él parece invitar a la amistad... quizás por eso esta canción lo pinta de cuerpo entero... su persona se mimetiza con la letra y la música, y se erige con total honestidad -todo él- como un himno a la amistad...
En la fiesta de la vida no faltan ocasiones para discutir hasta con los amigos, y como los poetas tienen la magia de convertir "los cardos en rosas", Cortés sigue cantando: "A mis amigos les adeudo algún enfado, que perturbara sin querer nuestra armonía; sabemos todos que no puede ser pecado, el discutir alguna vez por tonterías... "... Es que las palabras "encontradas" entre amigos son un signo más del afecto y la confianza que los une... ese "resto" que hace posible celebrar con fuerza renovada cada encuentro...
No caben dudas que Abraham tendrá la dicha de contar con grandes y verdaderos amigos en su vida... porque siembra sin mezquinar, y entrega sin reserva... es que todo en él parece invitar a la amistad... quizás por eso esta canción lo pinta de cuerpo entero... su persona se mimetiza con la letra y la música, y se erige con total honestidad -todo él- como un himno a la amistad...
Alberto Cortés sabrá compartir su alma de poeta con Abraham... porque ambos nos bendicen con su arte liberándonos y restituyendonos la confianza en los valores más nobles que nos hacen nada más ni nada menos que "humanos"....
A mis amigos legaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema,
mi pobre alma incorregible de cigarra...
Amigo mío si esta copla es como el viento,
a donde quieras escucharla te reclama,
será plural porque lo exige el sentimiento
cuando se lleva a los amigos en el alma...
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema,
mi pobre alma incorregible de cigarra...
Amigo mío si esta copla es como el viento,
a donde quieras escucharla te reclama,
será plural porque lo exige el sentimiento
cuando se lleva a los amigos en el alma...
Una vez más ¡Gracias Abraham!... y que Dios te bendiga con muchos y verdaderos amigos...