Es verdad que yo hace apenas unos meses que vengo escuchando a Abraham... y confieso que son muchas las veces en las que me encontré pensando que tal o cual interpretación sería "insuperable"... pero siempre apareció otra que me obligó a correr el límite... Y acá va una de ellas... La fuerza que parece brotar de la voz de Abraham, incluso cuando hace los pianos, es impresionante... atraviesa el pecho y va directo al corazón... conmueve hasta las lágrimas... y en esas notas largas que parecen no terminar más, es tanta la comunión que genera, que parece dejarnos sin aire... pero ahí se los dejo pa que lo disfruten...
Para seguir conociendo a Abraham
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